Cómo afilar cuchillas de corte para tener siempre el corte perfecto

Evaluación. Antes de comenzar con el afilado, se realiza un estudio del estado de la cuchilla para valorar cuánto material se ha de remover para obtener un filo cortante. De esta forma evitamos errores en la ejecución.

Limpieza. Para conseguir un resultado perfecto, se ha de limpiar correctamente el filo de la cuchilla. Se eliminan los residuos de cualquier material que se encuentre adherido en la superficie, posible óxido, o aceites o grasas impregnadas en la pieza.

Preparación de la máquina. Dependiendo de la cuchilla que se vaya a afilar, se utiliza una máquina u otra. Ajustamos los parámetros en la máquina afiladora según las necesidades específicas para la cuchilla.

Primer afilado. A este paso también se le llama afilado primario, y consiste en que una muela abrasiva gira a gran velocidad para eliminar el material de la cuchilla.

Refinamiento del filo. En este paso se perfila la hoja para eliminar imperfecciones que hayan podido quedar en el paso anterior. Así se obtiene un borde más fino, limpio y preciso.

Pulido. Con el pulido, se reduce la fricción durante el corte, y también se elimina la rebaba que haya quedado.

Revisión. Como su nombre indica, se inspecciona a fondo la cuchilla para verificar que cumple con las especificaciones necesarias.

Prueba de calidad. Una vez afilada la cuchilla, se realiza una prueba de corte en condiciones reales para verificar su buen funcionamiento y que se realiza un corte preciso y limpio.

Lubricación y protección. A las cuchillas recién afiladas se les aplica un recubrimiento protector para prevenir la oxidación y desgaste prematuro.